Autobiografia

Consigna: A partir de las escenas de lectura, realizar una Autobiografía como escritores y escritoras (elegir el estilo, los procedimientos, las formas que les pueden tomar prestados a las autobiografías que leyeron, también pueden incluir todas o alguna de las escenas de lectura, reordenarlas, cambiarlas, sintetizarlas, ampliarlas).

Autobiografía

No sé qué es interesante de mi vida. Si me preguntaran no sé qué diría. Seguro lo mismo que voy a decir ahora. Me voy a basar en lo que las demás personas quieren saber de mi cuando me conocen, y cuáles son las cosas que los sorprenden. Me voy a focalizar en los hechos que considero que me moldearon.  

Me llamo Catalina Almada y tengo 19 años. Soy de Vicente López y nací junto a mi hermana y hermano. Si, soy trilliza, algo que siempre le llama la atención a la gente. Calculo que es porque mis hermanos se parecen mucho más entre sí, son casi de la misma altura y tienen la misma contextura física. Yo a diferencia soy mucho más petiza. Nunca falta el chiste de que soy adoptada, si no fuese por el hecho que de chiquita yo era igual a ellos, casi que lo dudaría. 

Siempre se quiere saber cómo se siente tener hermanos que tienen tu misma edad, como si fuese algo de otro mundo vivir con personas de tu misma edad. No es algo que tengo pendiente todo el día; con toda honestidad la mayoría de las veces me olvido de que soy trilliza. La realidad es que no es muy diferente; aunque yo no sé cómo se siente ser un hijo único, digamos que desde que tengo memoria siempre he tenido que compartir todo, desde habitación hasta amigos y cumpleaños. 

Le tengo que dar las gracias a mi mama y papa por no criarnos, a mí a mis hermanos, de tal manera de que nosotros compitiéramos entre nosotros. Conozco otros trillizos que son muy competitivos, desde notas del colegio hasta quien se come la última milanesa. Lo hacen como si haber nacido del mismo vientre en el mismo momento te hace iguales en todos los aspectos, pero es lejos de serlo. Consideró que somos tan diferentes como las familias de mi mamá y mi papá lo son entre sí. 

Mi familia paterna es ese tipo de familia que se junta todos los domingos a hacer un asado, o simplemente comer juntos. Mi abuela era española, de una familia numerosa, y debido a todos los problemas con Franco en el 50 se vieron obligados a venir a argentina. A medida que los hermanos mayores de mi abuela fueron creciendo, empezaron a irse a España. Pero mi abuela que estaba con mi abuelo se quedó acá en argentina, aunque se mantuvo en contacto todos esos años. Supongo que al estar separada de toda su familia hizo que quisiese mantener a sus hijos y nietos unidos, y de ahí empezó la juntada de todos los domingos.  

Por el contrario, mi familia materna es más distante en relación a que tan seguido nos juntamos. Debemos vernos dos veces al mes. No cambia mucho la relación que mantenemos, casi que es mejor no vernos tan seguido debido a que cuando nos vemos tenemos más cosas para contarnos.  

Con ambos lados de la familia mantengo una buena relación a pesar de ser tan distintos, de la misma manera que mantengo una buena relación con mis padres a pesar de estar separados y de tener opiniones tan diferentes. A diferencia de muchas otras personas que conozco con padres separados, mis papas se separaron hace unos años nomas. La verdad es que no fue algo que me marco en la vida, admito que me cambio la vida debido a que tengo que ir de casa en casa y familia en familia, pero no lo considero algo tan terrible.  

Teniendo solo 19 años ya me mude de casa como 7 veces. Una sola de esas veces implico mudarme del país. En el 2012 mi familia (mis papás seguían juntos) se mudó a estados unidos por el trabajo de mi papá. Solo vivimos ahí dos años, pero se puede decir que fueron los años más largos que vivi hasta ahora. Me hizo darme cuenta de que tan notable es la diferencia entre nuestras culturas y lo solitario que es vivir sin verdaderas amistades. Fue un tiempo en el cual me sentí bastante distanciada de las personas, no mi familia específicamente, pero todo el resto. A los amigos de Buenos Aires solo les hablaba muy debes en cuanto y me sentía que los molestaba, y los amigos que me hice allá no eran de esos amigos que uno mantiene por toda la vida. Una de las cosas que aprendí en el tiempo que estuve ahí es que, meter todo en cajas y empezar de nuevo en otro lugar es una increíble oportunidad para crecer y cambiar. Al fin de esos dos años mi papá ya no estaba contento con el trabajo y mi abuela (su madre) estaba muy enferma, por lo tanto, la decisión que se tomo fue la de volver. 

Hablando de asuntos más de mi actualidad, por el momento estoy empezando mi primer año de la carrera de Comunicación social. La decisión que tome acerca de mi carrera fue una muy complicada. Siento que la mayoría de las personas que hacen esta misma carrera en cierto sentido deciden estudiarla por la misma razón; no sabemos que estudiar. En mi caso, yo espere casi hasta el último momento de inscripción para decidir. La elección surgió porque me puse a pensar en algo que siempre quise hacer, y lo único que se venía a la mente era una idea que siempre había tenido de chiquita. Quería ayudar al mundo de alguna manera, veterinaria, medica lo que fuese. Yo quería ayudar a mejorar al mundo de alguna manera. Obviamente cuando uno es chico las ideas son solo eso, ideas, pero me di cuenta de que verdaderamente quería hacer eso, y entonces me puse a buscar una manera de conseguirlo. Llegue a la conclusión de que la mayoría de los problemas en el mundo son generados porque la gente no sabe que lo que está haciendo o sus ideales están causando daño. Y de ahí salió la idea de estudiar comunicación social, si estudiaba para poder informar a la gente iba a poder ayudar; o por lo menos ese fue mi razonamiento. 

Considero que todas las cosas que le pasan en la vida a una persona, sin importar la magnitud, tienen un gran impacto en la personalidad de una persona. Hay millones de situación y relaciones a las cuales uno se ve expuesto diariamente, todo ayuda a formarte como persona; tal vez no sea un cambio positivo o tal vez no lleve a un impacto positivo, pero es seguro que algo cambia. Las situaciones que viví hasta ahora, buenas o malas, me formaron como persona.